martes, 7 de mayo de 2013

Benigno Malo


Historia del Colegio Experimental Benigno Malo


Al separarse Ecuador de la Gran Colombia se dieron importantes cambios en la República. El 8 de mayo de 1843, el Congreso Nacional expidió un decreto en el que se ordenó la creación de varios centros educativos en Guayaquil y Cuenca, gracias a las gestiones del ilustre Pedro Carbo.


Fue así como se creó el colegio San Gregorio, en Cuenca, el mismo que recibía fondos públicos para su funcionamiento y bajo la dirección de Mariano Cueva.

En 1861, el rector del plantel fue nombrado vicepresidente de la República, y al asumir dichas funciones dejó desprotegida la institución, ya que se dejó de entregar sus rentas y se vio en la obligación de cerrar sus puertas.

Esta situación preocupó a los cuencanos, pero gracias a la intervención del señor Juan Bautista Vásquez -quien era representante del Azuay ante la Cámara Nacional de Diputados-, que redactó la  Ley reformatoria de la educación y con ello dio paso a la creación del Colegio Nacional San Gregorio, aunque los fondos para su funcionamiento salieron de los impuestos del Municipio.

El establecimiento fue inaugurado el 30 de enero 1864, a las 10:00, en un local prestado por los Reverendos Padres Dominicos, de la orden Jesuita.

En 1870, la institución tomó el nombre de San Luis y los hermanos jesuitas se encargaron de la dirección, enseñanza secundaria y superior.

El Consejo General de Instrucción Pública, en 1910, resolvió que este plantel pase a llamarse Benigno Malo, destacado orador, jurisconsulto, diplomático, ministro de Estado y amante de la cultura ecuatoriana.

Una de las curiosidades de este colegio es que desde su inicio mantuvo facultades universitarias, por tal motivo, cuando en 1887 se formó la Corporación Universitaria del Azuay, los estudiantes de esta área llamaron al centro educativo su alma máter

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